noviembre 01, 2008

Los Rodajes Malditos

El post de esta noche está basado en hechos completamente reales, ocurridos durante los que denominaremos los Rodajes Malditos.

Históricamente, se repiten los casos en los cuales las películas que incursionan en mundos desconocidos, temas diabólicos y hechos fantasmales, terminan con desgracias, accidentes y hasta con la locura o muerte de sus protagonistas, ya sean actores, directores o personal del equipo de filmación.


Someto a la aprobación de la Sociedad de la Media Noche, este post que se titula.. "Los Rodajes Malditos"

A lo largo de la historia del cine hay películas que pueden considerarse “malditas”, pues durante su proceso de producción se han producido casos de poltergeist, objetos que se rompen o caen inexplicablemente, sets que cambian de lugar o aparecen alterados y otros hechos aún más graves. Comencemos entonces con este recorrido por 4 de los más notables Rodajes Malditos:

Rodaje Maldito #1 El Bebé de Rosemary – asesinatos rituales y actores satanistas

La película “El bebé de Rosemary” que tuvo como protagonista a Mia Farrow y fue dirigida por Roman Polanski en 1968, cuenta la historia de una mujer embarazada acosada por una secta diabólica de la que forma parte su propio esposo y como resultado la joven da a luz a un hijo del Diablo, tema bastante espinoso de filmar y que pudo haber traído la desgracia para las personas involucradas en el proyecto.

Uno de los actores de esta película, Anton La Vey fundó lo que él llamó “La iglesia de Satán” en la cual participaron con el tiempo muchas personas vinculadas con el mundo del cine, curiosamente el papel que interpretó en la cinta era el de un sacerdote satánico.

Jayne Mansfield, actriz también participante en la cinta, murió después de ser maldecida por practicar incorrectamente un ritual dentro de una iglesia.

Pero el hecho más notorio y sangriento relacionado con este film fue el que le ocurrió a la mismísima esposa del director Polanski: Sharon Tate, quien estaba embarazada cuando fue atacada en su residencia por el llamado “Clan Manson” y asesinada en un ritual en el que se escribieron en las paredes consignas satánicas con la sangre de las víctimas. Tanto Manson, como sus seguidores dijeron recibir órdenes de su dios diabólico, para ejecutar a la mujer del director. ¿Coincidencia?

Para completar la relación con lo diabólico, recordemos que algunas escenas de este filme se realizaron en el edifico Dakota, en el centro de Nueva York; donde años antes había vivido el genio del cine de terror, el actor Boris Karloff, de quien se dice hacía pactos con el diablo en su departamento del infame inmueble.

Este edificio siempre fue considerado maldito y por eso fue recomendado a Polanski para lograr un clima satánico en su rodaje. Por último, recordemos que a las puertas del edificio Dakota fue asesinado uno de los grandes defensores de la paz, John Lennon, y que su asesino dijo haber recibido “órdenes mentales” del mismísimo demonio....

Rodaje Maldito #2 El Exorcista - muertes inexplicables, cosas que desaparecen, incendios y conductas extrañas…

Uno de los filmes que incursionó en el tema satánico y que aún hoy es considerado un clásico del género es “El exorcista” dirigido por William Friedkin. Lo que sus realizadores no sabían es que se estaban metiendo con fuerzas que van más allá de su comprensión y atrajeron la desgracia sobre ellos.

Una parte de la película cuenta como en una excavación arqueológica en un desierto indeterminado de oriente, se desentierra una imagen del demonio Pazuzu, el que al ser llevado a occidente desencadena la tragedia. La escena se rodó en unos parajes desérticos de Oriente Medio y justo allí murieron inexplicablemente cuatro trabajadores contratados para la filmación, además de que ocurrieran contratiempos y extrañas situaciones que obligaron a reducir el tiempo de filmación en el lugar y regresar antes de lo previsto.

Un camarógrafo terminaba de envolver una parte de la cinta que acababa de filmar cuando murió súbitamente de un ataque cardiaco. Y también el actor que interpreta al hombre al que Regan dice que morirá en la cinta, murió tras un extraño accidente en el set.

El abuelo de la protagonista, la actriz Linda Blair, y el hermano del también actor Max Von Sydow, fallecieron al poco de comenzar a rodar, marcando trágicamente a los actores. Pasadas unas semanas Jason Miller, que interpreta al padre Karras, casi pierde a su hijo en un accidente de moto.

Jack McGowran, quien interpretaba a Burke Dennings, falleció días después de filmar la muerte de su personaje en la película.

Un guardia nocturno del set, y un miembro del staff que refrigeraban el cuarto usado en las escenas del exorcismo, además del bebé recién nacido de un camarógrafo, son parte también de las muertes inexplicables ligadas a la cinta.

Hubo por otro lado una serie de extraños incidentes, como metros de película filmada que desaparecieron, una figura del demonio que de camino a Irak se perdió y reapareció misteriosamente en Hong Kong, entre otras cosas que contribuyeron a la fama de esta cinta.

Existieron conductas raras y de pánico por parte del elenco y el equipo de filmación, durante el rodaje. Las entrevistas y detrás de cámaras de los que participaron en la cinta muestran que la realización de El Exorcista fue una experiencia bastante macabra.

Otro suceso inexplicable es que un set se incendió una noche en la que nadie estaba ahí y el misterio aún continúa, pues no se encontró ninguna causa del incendio.

Pero el halo de misterio y las desgracias no fue exclusivo de la primer parte sino que persistió en las secuelas: El exorcista II y El exorcista III.

Durante la filmación de El Exorcista II, el director recibió amenazas de distintos grupos de adoradores de Satán y la protagonista Linda Blair sufrió un intento de asesinato que se trató de ocultar a la prensa.

El Exorcista ha probado ser la cinta que ha tenido la reacción más extraña del público de todos los tiempos y por alguna inexplicable razón, las tasas de mortandad del área que rodea a Georgetown, pueblito donde se filmó la mayor parte de la misma, subieron después de que la cinta fue estrenada. ¿Sugestión o coincidencia?

Rodaje Maldito #3 La Profecía – accidentes, rayos y desgracias

La siguiente película que entra en el conteo de los Rodajes Malditos es La profecía (1976), dirigida por Richard Donner, cinta en la que nos narran la historia de un embajador norteamericano que descubre que su hijo es el mismísimo anticristo.

Abordar este tema tan controversial trajo consigo graves consecuencias a su elenco y staff durante su filmación, además de accidentes inexplicables.

Gregory Peck (Robert Thorn), viajaba en un vuelo directo a Los Ángeles cuando su avión fue alcanzado por un rayo; David Stelzer (escritor y guionista) tomó el mismo vuelo tres días después y también fue alcanzado por un rayo…. Ambos iban a unirse al inicio del rodaje.

Harvey Bernard, uno de los productores, llevaba en coche a Richard Donner a su casa, cuando se estacionó y éste se bajó, otro coche apareció de la nada, cerrando de golpe la puerta del auto del productor sobre la pierna de Donner, quien casi la pierde.

Durante la filmación de las escenas del zoológico, se utilizaron leones en secuencias que luego fueron eliminadas. Esa misma noche, dos de esos leones se escaparon y despedazaron al vigilante (quizás alguien dejó la jaula abierta por error).

John Richardson, Director de Efectos Especiales, viajaba con su novia en coche por Holanda y tuvieron un choque frontal en el que la chica murió decapitada. En el cartel contra el que se estrellaron se leía: "Ommen 66,6 Kilómetros". Curiosamente el título de La Profecía en inglés es The Omen y Richardson fue el que ideó la escena de la decapitación del personaje del fotógrafo.

Antes de comenzar la filmación de La Profecía un teólogo le dijo al Productor Mace Neufel, que si conseguían acabar el rodaje, al finalizar todos creerían en la existencia del demonio y todos han coincidido en que durante las semanas que duró su trabajo, se notaba un "aura negativa”, como si alguien no quisiera que ese filme viera la luz.

Rodaje Maldito #4 Poltergeist – La maldición de una saga

Poltergeist, película rodada por Tobe Hopper en 1982 y producida por Steven Spielberg cuenta en su haber muchísimos hechos trágicos y se considera como una de las cintas más maldecidas de toda la historia del cine.

El mismo año de su realización Dominique Dunne, actriz que interpretaba a la hermana mayor de Carol Anne, fue asesinada por su novio

Esta fue la primera muerte relacionada con esta cinta, muchos sucesos extraños se dieron durante la filmación como incendios, piezas del set que se perdían o un ambiente de nerviosismo que se contagiaba a toda la producción.

Brian Gibson, no obstante las advertencias de una supuesta maldición, filmó una segunda parte en 1986. Tras finalizarse las últimas tomas dos actores del elenco murieron repentinamente, Julian Beck (el maléfico sacerdote), de una desconocida afección estomacal y Will Sampson (el curandero) de un cáncer muy agresivo.

Años más tarde al terminarse la tercera parte de Poltergeist, en 1988, Heather O’Rourke, la niña protagonista de todas la películas de la saga, se levantó un día aquejada de dolores en el estómago y murió horas después en el hospital. El diagnóstico fue una estenosis intestinal una grave y muy rara infección, que a la fecha no saben cómo contrajo. Tenía sólo 12 años y fue enterrada en el mismo cementerio que Dominique Dunne, muy cerca de su tumba. Poltergeist III está dedicada a ella.

Las cuatro cintas que analizamos comparten un historial de tragedia, desastre y muerte, evidentemente, a los seres del más allá, los muertos, espíritus y fuerzas diabólicas no les agrada que el mundo del cine se interne en sus dominios, los invoquen y los perturben. Hacerlo es desencadenar fuerzas incontrolables, producir situaciones difíciles de manejar y correr un riesgo que puede llevar, incluso a la muerte….

octubre 19, 2008

Hotel 626

¡Bienvenido al Hotel 626! Un sitio en internet patrocinado por una marca de frituras que presenta una experiencia completamente interactiva y 100% recomendable.

Al entrar en la liga http://hotel626.com/ uno se encuentra con una bienvenida, acompañada de una leyenda de que el hotel funciona de las 6 de la mañana a las 6 de la tarde. Si es la hora indicada, podemos ingresar de inmediato, registrándonos en la recepción, pero si llegamos un poco más temprano, podemos hacer una reservación dejando nuestros datos y a vuelta de e-mail nos avisarán cuando nuestra habitación esté lista, pues este no es un hotel cualquiera.
Todo comienza cuando entras a tu habitación del hotel y eres despertado al escuchar sonidos extraños por lo que sales con rumbo al pasillo para enfrentar una fuerza maligna que se apoderó del lugar, Tendrás que recorrer los solitarios y oscuros pasillos, y las tétricas habitaciones del hotel, realizando tareas y enfrentando tus miedos, todo con el fin de salir del hotel.. con vida. ¿Divertido no?


Así que si les gusta el terror o aprovechando las fechas otoñales, excelentes para asustar o espantarse, definitivamente tienen que hospedarse en este hotel, a mi me encantó el sitio, ya que tiene el estilo de los juegos de survival horror como Silent Hill o Fatal Frame y además está tan bien hecho y planeado que realmente sentirás que estás atrapado ahi..


Los creadores del sitio recomiendan visualizarlo en la noche, con las luces apagadas y usando audífonos. Esto dle horario del sitio fue una estrategia muy acertada ya que en ese lapso de tiempo entre el anochecer y el amanecer nuestras perores pesadillas se hacen realidad y somos más propensos a los sustos y la sugestión... Además el sitio tiene la opción de usar tu micrófono y cámara web para hacer la experiencia todavía más interactiva.

Asi que hospédense en el Hotel 626, si se atreven....

enero 06, 2008

La Mulata de Córdoba

Después de las vacaciones navideñas y de fin de año, viajando por el estado de Veracruz y callejoneando por el D.F. traje conmigo algunas leyendas y relatos nuevos que contarles.

Córdoba, es una pequeña ciudad del estado de Veracruz en la parte sur de la región montañosa del estado de Veracruz, enclavada enclavada en la cordillera de la Sierra Madre Oriental, famosa por su gran producción minera, su café de altura y sus tardes envueltas en neblina además de su gente gente valiosa, alegre y hospitalaria. Su historia está llena de contrastes, en los que las leyendas no podían faltar.

Para iniciar el año someto a la aprobación de la Sociedad de la Media Noche, esta leyenda titulada "La Mulata de Córdoba"

Durante el Virreinato se dice que en Córdoba vivía una hermosa mujer cuya procedencia nadie conocía. No se sabe el sitio exacto donde estaba su casa aunque los viejos relatos aseguran que tuvo su casa en la hacienda del la Trinidad Chica, que en aquellos años era propiedad de los Marqueses de Sierra Nevada; otros cuentan que en una vetusta casona que abría sus puertas sobre el antiguo Callejón de Pichocalco, rumbo al arroyo Pedregos mas tarde llamado Río de San Antonio, y su recuerdo llegó hasta nosotros a través del tiempo envuelto en el misterio y la leyenda, solo con el romántico nombre de la Mulata de Córdoba.

Según los datos antiguos era tan hermosa que todos los hidalgos del lugar estaban prendados de su belleza, era hija de una mujer negra de quién heredó su porte gallardo y un caballero español y por lo mismo, la Mulata de Córdoba era orgullosa y altiva. Por el color de su piel y su condición de raza, vivía ajena a todo trato social, extraña a las rancias costumbres de la época y alejada de los círculos donde entre linajudas Señoras su presencia hubiera sido considerada como un escándalo y una herejía.

Siempre sola, los ancianos de la ciudad la evocan recorriendo a pie las polvorientas calles de la Villa camino al Templo, o por senderos y veredas buscando las cabañas de los esclavos a quienes ayudaba y curaba, pues parece que era muy entendida en el Arte de la Medicina. También curaba a los campesinos que la solicitaban por los rumbos de San Miguel Amatlán, el Zopilote y San José. Continuamente se le veía caminando bajo el ardiente sol del medio día y subiendo y bajando lomas, acompañada por algún enviado de las personas que solicitaban sus servicios, los que generalmente eran humildes campesinos.

Pero también habían algunas familias de alto rango que secretamente solicitaban sus servicios. A la luz de la luna, bajo el silencio de las estrellas, cruzaría la desierta Plaza Mayor escoltada pr el Mayordomo de alguna casa rica donde con toda discreción, la esperaba con impaciencia alguna orgullosa señora o un altivo hidalgo que deseaban consultar los horóscopos.
En esta forma y con el correr de los días la fama de la bella Mulata se fue extendiendo poco a poco en el poblado. Bajo el largo y pesado chal donde ocultaba el rostro y la figura, no falto quien adivinara, al pasar, los hermoso ojos grandes y llenos de misterio y la boca sensual y roja. Pero en vano fue cortejada por los hidalgos del pueblo, las puertas de su casa permanecieron siempre cerradas para los enamorados galanes y los caballeros mejor nacidos de la Villa que se vieron rechazados teniendo que aceptar humillados su derrota.

Estas razones que en otra dama de más condición hubiera sido vista como virtudes, en la Mulata se consideraban de obscuro origen y como además vivía rodeada de enigmas, dieron lugar a que se tejiera a sus alrededor toda clase de relatos.

En aquellos años de epidemias y calamidades, cuentan que valiéndose únicamente de las muchas hierbas que conocía, empezó a realizar curaciones que parecían maravillosas, a conjurar tormentas y a predecir eclipses, pronto la superstición se encargó de decir que la hermosa mulata tenía pacto con el Diablo. En varias ocasiones fue vista simultáneamente en distintos rumbos de la Villa, pues poseía también el don de la ubicuidad.
Como vivía sola y se ignoraba el origen del oro que gastaba y la procedencia de los costosos vestidos que lucía, que a pesar de ser de diseño sencillo estaban hechos de finisimas sedas; y viendo que no admitía la protección de ninguno de aquellos opulentos hidalgos que la cortejaban, se dio por sentado que la joven había otorgado sus favores al Maligno quien a su vez la llenaba de mágicos poderes.

Decían que por las noches en la casa donde vivía se escuchaban extraños lamentos; también veían salir llamas de las cerradas puertas y cuando alguna persona siguiendole los pasos la espiaba por obscuros callejones y atajos, la veía convertida en una horrible alimaña que atacaba al curioso, perdiéndose después en las sombres de la noche sin dejar rastro.
Se comentaba también que había sido sorprendida al entrar a su vivienda volando sobre los tejados, con la negra cabellera flotando en el aire y envuelta en mágicos resplandores.

La Mulata, sabía fabricar filtros de amor que tenían poderes para curar o hacer el mal de ojo, y su belleza que aumentaba día a día seguía siendo atribuida a sus malos tratos con el señor de las tinieblas.
Todas estas creencias llegaron pronto a oídos a el tribunal de la Santa Inquisición, muy severo en aquellos años con los adivinos y brujos a quienes castigaban duramente en los famosos Autos de Fe para escarmentar a los embusteros y charlatanes. En ellos no hacían distinción de clases o personas, lo que no se sabe es si la Mulata fue sorprendida practicando la magia o si fue acusada por alguna mujer celosa de su belleza o por un hidalgo rechazado; pero los viejos relatos afirman que después de juzgada fue conducida al Puerto de la Vera Cruz y se le hizo encarcelar en el Castillo de San Juan de Ulua para ser juzgada por hechicera.
En aquella vetusta fortaleza, cuyos muros de diez metros de espesor fueron empezados a construir en 1582, acusaban gran horror a los prisioneros que pasaban las horas tras los pesados barrotes de su lóbrega celda custodiada por un antiguo carcelero.

La Mulata de Córdoba y el Carcelero

Un día la hermosa joven, quien a base de buenos tratos se había ganado la estimación de su guardián, le rogó amablemente que le consiguiera un pedazo de gis. Extrañado al principio por tan raro antojo pero deseoso de servir a su bella prisionera, el hombre llevó a la celda lo que se le pedía.


La Mulata entonces dibujó sobre las sombrías paredes una ligera nave, un barco hermoso que parecía mecerse sobre las olas.
-Buen día, carcelero. ¿Podrías decirme qué le falta a este navío? -¡Desgraciada mujer! -contestó el carcelero-. Si te arrepintieras de tus faltas no estarías a punto de morir.
-Anda, dime, ¿qué le falta a este navío? -insistió la Mulata. -Le falta el mástil - contestó el guardia.

-Si eso le falta, eso tendrá -respondió enigmáticamente la Mulata. El carcelero, sin comprender lo que pasaba, se retiró con el corazón confundido.

Al mediodía, el carcelero volvió a entrar en el calabozo de la Mulata y contempló maravillado el barco dibujado en la pared.

-Carcelero, ¿qué le falta a este navío? -preguntó la Mulata.

-Infortunada mujer -replicó el desconcertado carcelero-. Si quisieras salvar tu alma de las llamas del infierno, le ahorrarías a la Santa Inquisición que te juzgara. ¿Qué pretendes?... A ese navío le faltan las velas.
-Si eso le falta, eso tendrá -respondió la Mulata. Y el carcelero se retiró, intrigado de que aquella misteriosa mujer pasara sus últimas horas dibujando, sin temor de la muerte.

A la hora del crepúsculo, que era el tiempo fijado para la ejecución, el carcelero entró por tercera vez en el calabozo de la Mulata, y ella, sonriente, le preguntó:
-¿Qué le falta a mi navío?...
-Desdichada mujer -respondió el carcelero-, pon tu alma en las manos de Dios Nuestro Señor y arrepiéntete de tus pecados. ¡A ese barco lo único que le falta es que navegue! ¡Es perfecto!

-Pues si vuestra merced lo quiere, si en ello se empeña, navegará, y muy lejos..

-¿ Cómo, lo hará? - preguntó el guardia extrañado -Así -dijo la Mulata, y ligera como el viento, saltó al barco; éste, despacio al principio y después a toda vela, desapareció con la hermosa mujer por uno de los rincones del calabozo.

Todavía se volvió para despedirse de sus captores con un suave gesto de la mano indicando su adiós, mientras desaparecía ante los desorbitados ojos del guardia.

Nadie volvió a saber de la Mulata. Cuando el mágico relato que pasaba de boca en boca y llenando de asombro a los habitantes de la Villa Rica llega a oídos de Don Pedro Nuño; el anciano y noble señor visitó el Castillo de San Juan de Ulua con el deseo de interrogar al extraño carcelero, dándose cuenta que el infeliz hombre había perdido la razón.

Abrazado a lo herrumbrosos barrotes de aquélla vacía y cerrada celda repetía como un estribillo el mismo maravilloso episodio, saludando con la mano a su bella prisionera a quien veía perderse a lo lejos, libre y hermosa sobre la blanca espuma del mar.